martes, 5 de noviembre de 2013

Lección Nª 18 comprensión  analógica de la lectura
   Lee el siguiente escrito .Aplica el procedimiento de la lectura profunda
LA LECTURA PROFUNDA
Una vez que se ha hecho una Lectura Panorámica, se puede abordar con una gran ventaja la Lectura Profunda de un texto, libro o documento.
La gran diferencia es que la Lectura Panorámica habrá preparado muy bien el terreno (de la mente) para que la Lectura Profunda, que podrá ser total o parcial, según nos lo haya indicado con rapidez la Lectura Panorámica, brinde sus máximos beneficios en la ecuación Velocidad/Comprensión/Memorización.
El sistema de Aprendizaje Intensivo que aquí proponemos se basa en la sinergia de las siguientes habilidades:     La Lectura Panorámica,·     La Lectura Profunda facilitada con técnicas de Lectura Dinámica (que se desarrolla en la sección de LECTURA VELOZ),·     El procesamiento eficaz con Reglas Mnemotécnicas basadas en los Mapas Conceptuales,·     El incremento del Vocabulario,·     Y las habilidades de Expresión Oral y Escrita.
La Lectura Profunda no es otra cosa que una actitud activa en el proceso de leer, pautada por preguntas fundamentales que el propio lector debe contestar a medida que lee.
El arte de leer en cualquier nivel superior al primario consiste en el hábito de plantear las preguntas adecuadas en el orden correcto. Existen cuatro preguntas fundamentales que hay que plantearse ante un libro.¿Sobre qué trata el libro en su conjunto?Hay que descubrir el tema básico y en qué orden lo desarrolla el autor, subdividiéndolo en sus temas principales y subordinados. (Esto ya lo tendrá asimilado por la Lectura Panorámica).
 ¿Qué dice en detalle, y cómo lo dice?Hay que intentar descubrir las ideas, los datos y recursos principales que constituyen el mensaje concreto del autor.   ¿Es el libro un reflejo de la realidad, total o parcialmente?No se puede responder a esta pregunta sin haber contestado a las dos anteriores. Hay que saber qué dice el libro para decidir si está de acuerdo con la realidad (o con nuestra visión de ella), pero cuando se entiende el texto en cuestión, existe la obligación, si se está realizando una lectura seria, de formarse una opinión propia. Conocer la del autor no es suficiente. ¿Qué importancia tiene? Si hemos obtenido información del libro hay que preguntar qué significa. ¿Por qué piensa el autor que es importante saber estas cosas? ¿Es importante saberlas para el lector? Y si el libro no sólo nos ha proporcionado información sino que nos ha aportado conocimientos, hay que buscar más conocimientos preguntando qué viene a continuación, qué otras consecuencias o sugerencias tiene, a qué otras obras remite para profundizar aún más los conocimientos, etc. Leer un libro a cualquier nivel superior al primario supone esencialmente un esfuerzo por plantearse preguntas (y contestarlas como mejor podamos). Es un punto que no debemos olvidar, y por ello existe una  gran diferencia entre el lector activo y el lector pasivo. Éste último no plantea preguntas y no obtiene respuestas.  Las cuatro preguntas mencionadas resumen la responsabilidad de todo lector y son aplicables a cualquier cosa digna de leerse: un libro, un documento o un artículo.  

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